Se presentó oficialmente el Plan Forestal y Foresto Industrial 2030

El sector privado presentó oficialmente el Plan Forestal y Foresto Industrial 2030 que está consensuado por las entidades que integran la Mesa de Competitividad Foresto Industrial: la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel (AFCP); la Asociación Forestal Argentina ( AFoA); la Asociación de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria Maderera (ASORA); la Federación Argentina de Industria de la Madera y Afines (FAIMA); y la Sociedad Rural Argentina (SRA).

La presentación se realizó el 11 de diciembre último, en el marco de la tradicional reunión anual de AFoA, que congrega a los más destacados protagonistas de la foresto industria.

El Plan abarca a toda la cadena de valor, contempla siete ejes temáticos, y prevé un impacto positivo en la industria y el medio ambiente. Entre sus metas está incrementar 50% la superficie forestada; atraer US$ 7 mil millones en inversiones; sostener y aumentar la infraestructura; crear 187.000 empleos de calidad; revertir el déficit histórico en la balanza comercial exportando US$ 2.500 millones.

En sus discursos, los presidentes de las entidades enfatizaron en la necesidad de tener un diálogo abierto con el nuevo gobierno y en pedir la continuidad de las mesas de competitividad sectorial.

Visión única y trabajo en equipo para un sector integrado

Creo que en este tiempo hemos logrado entre todos los sectores de la cadena un consenso y un método de trabajo tal vez único, que tenemos que valorar y cuidar”, dijo Marcos Pereda, representante de la SRA.

En el tema de las inversiones de magnitud que el sector requiere, manifestó que “se necesita un marco jurídico y político – económico, con estabilidad de reglas claras y condiciones de competitividad que por lo menos nos igualen a países de la región”.

Por su parte, Osvaldo Vasallo, presidente de AFoA, explicando el trabajo conjunto encarado por todas las entidades representativas del sector a nivel nacional, comentó  “nos unió una cuota de inteligencia por la verdadera dimensión que le dimos al delicado momento que vive el país y el mundo”.

Vasallo indicó que los países centrales cambiaron el liderazgo de la contaminación consecuencia de la industrialización sin control para convertirse “en celosos guardianes de la mitigación del cambio climático, que ciertamente es mucho más que necesario y obligatorio”.  Agregando que si bien nuestro país tiene las condiciones naturales para ser una potencia forestal sustentable, “el tema es tan serio que nos llevó a unirnos en pensamiento y acción”.

Desde AFoA destacamos los avances que han significado para el sector la prórroga de la Ley 25.080, el financiamiento privado aportado por el “Seguro Verde”, y la invalorable eficiencia y transparencia que se logró en la ejecución de la Ley de Promoción Forestal, puntualizó el directivo. Para adelante, “pretendemos y solicitamos la continuidad de las Mesas de Competitividad. Sabemos que la inestabilidad macroeconómica y la recesión impidieron que muchos de los avances micro se traduzcan en inversiones.Esperamos que los avances en la eficiencia y transparencia en la aplicación de la Ley 25.080 y el diálogo como herramienta de identificación y resolución de los problemas se mantengan en la nueva gestión”.

Finalizando, Vasallo dijo tener expectativas sobre quién será el nuevo Director Nacional de Desarrollo Foresto Industrial, “un puesto clave para la continuidad de la política forestal que debe ser de Estado”. Y ratificó el compromiso de todas las instituciones de seguir trabajando en conjunto y colaborar con una mirada responsable: “no podemos perder más tiempo porque el futuro comenzó ya”.

Claudio Terrés, presidente de AFCP, aclaró que la celulosa y el papel son los que aportan mayor cantidad de divisas a la cadena por lo que se podría nivelar la balanza comercial. Además – continuó – la instalación de una planta de Kraft para envases y embalajes, no solo permitiría sustituir importaciones sino generar exportaciones.

El directivo apuntó que esto “requiere de un marco normativo por lo que se está proponiendo una ley de promoción de grandes proyectos foresto industriales, que contemple aspectos como la exención a la Ley de Tierras, devolución anticipada del IVA a las inversiones, estabilidad fiscal, y otros aspectos que hacen a la reducción de la carga impositiva”.

Tenemos que igualarnos con la región, afirmó Terrés. “Brasil es 22 veces la Argentina, Chile 7, y Uruguay, que empezó en el 2005-2007, ya es 4 veces y media nuestro país. Por eso no podemos seguir esperando, debemos convocar a los gobiernos para generar proyectos para el desarrollo del sector

En Europa hay mucha preocupación por el impacto que los plásticos tienen sobre el medio ambiente, afirmó Terrés. “Ya se ven desarrollos de textiles en base a celulosa, mix de bioplásticos a partir de celulosa. Creo que la innovación y el cambio tecnológico van a dar una oportunidad realmente muy importante a sector”.

Osvaldo Kovalchuk, vicepresidente de ASORA, señaló que en los próximos años la tecnología va a jugar un rol fundamental para dar respuestas a las exigencias que plantea el mercado, con nuevos consumidores y nuevas líneas de negocios.

Kovalchuk mencionó la irrupción de la industria 4.0 como una nueva revolución industrial que demanda de “una nueva forma de diagramar la producción, una fabricación interconectada, mayor flexibilidad, más velocidad, mejorar la calidad. Y todo eso sin importar el tamaño de las empresas, ya sean chicas, medianas o grandes”.

El directivo aclaró que es una revolución que lamentablemente estamos ignorando “por lo que el país necesita una actualización tecnológica importante que le permita a las empresas de toda la cadena ser competitivas”. Y para lograrlo – agregó – “es imprescindible que las empresas puedan tener acceso a líneas de crédito a tazas razonables y a largo plazo”.

En esta línea, Pedro Reyna, presidente de FAIMA expresó que los puntos críticos para que las metas del plan estratégico se cumplan en el rubro madera – mueble pasan por “promover la actualización tecnológica, la mejora continua en procesos e incorporación de diseños con un enfoque a mercados tanto nacionales como internacionales, fortalecer las capacidades exportadoras de las pymes, plan de negocios, elección de nuevos mercados, y la diversificación de productos”.

Reyna reclamó por una política industrial integral “donde los ejes de mayor competitividad y productividad vuelvan menos permeable a la industria respecto a los ciclos económicos”. Y manifestó que la articulación público – privada es imprescindible para lograr establecer escenarios sustentables en el tiempo.

Al concluir, Reyna abogó por la continuidad de la Mesa de Competitividad Foresto Industrial, que coordinará FAIMA en el futuro.

Aspectos generales del Plan Estratégico 2030

De acuerdo con lo trabajado en estos dos años, este Plan Estratégico se enmarca en un momento considerado crítico para volver a poner a Argentina en el mismo contexto que tienen hoy los países latinoamericanos o nuestros vecinos en el sector foresto-industrial, explicó Claudia Peirano, Coordinadora Técnica del Plan Estratégico por la Mesa de Competitividad Foresto Industrial.

 “En los últimos cincuenta años Brasil, Argentina, Chile y Uruguay tuvieron en el sector foresto industrial un motor de desarrollo local y regional. Argentina en el sector celulosa no creció desde hace más de treinta años y por la región pasó una ola de inversión de alrededor de US$ 25.000 millones, de la cual nuestro país prácticamente no obtuvo ningún beneficio” (ver cuadro página 10).

Peirano aseguró que el cambio climático es la mayor “amenaza” para la humanidad en el futuro y el sector  forestal se presenta como una estrella para mitigar y dar respuestas. “El sector forestal se presenta como estrella bajo la situación internacional con el COP25. Lo que estamos viendo son nuevas tecnologías y usos que permiten aplicaciones más sustentables y mitigadoras del cambio climático. Con las nuevas tecnologías, la madera es una fuente para toda una nueva gama de productos a partir de la innovación en nanotecnología, biotecnología, nano medicina y química verde”.

 En este contexto de mercados crecientes – continuó Peirano –  «y con la responsabilidad como sector de aportar al país empleo y divisas, y al mundo la posibilidad de tener una herramienta de mitigación y de desarrollo sostenible, se puso como objetivo lograr este Plan Estratégico 2030”.

Cómo se trabajó en el Plan Estratégico

Con la participación de los referentes más importantes del sector, se construyó una visión común con parámetros de sostenibilidad consensuados. En base a ello, se realizaron los diagnósticos y análisis FODA, y se determinaron los objetivos, metas y principales intervenciones para lograr un desarrollo forestal y foresto industrial que considera las ventajas comparativas de Argentina y las oportunidades de demanda local e internacional, dentro del marco de oportunidad que brinda la respuesta al cambio climático y los objetivos de desarrollo sostenible.

 ”Se realizaron cuatro talleres, 60 participantes y se pudo arribar a una visión común consensuada”, afirmó Peirano.

La visión

”Argentina reconoce el potencial de sus bosques, valorizando los servicios ecosistémicos que brindan, especialmente su rol en la mitigación del cambio climático. Para el 2030, lo aprovecha de manera sustentable, generando oportunidades que fortalecen las economías regionales; en el contexto internacional, es un actor confiable y competitivo de los mercados globales de productos de base forestal”.

Peirano explicó que el Plan Estratégico toma los elementos de bosques nativos; plantaciones forestales, con manejo de fuego que integra ambos; celulosa y papel; madera y muebles; construcción con madera; energía térmica e innovación.

Cada uno de ellos trata de ver, vinculado a lo que es políticas, los marcos normativos, la competitividad, el empleo, la respuesta al cambio climático, los elementos de comunicación y financiamiento. Y como elemento transversal que le da las posibilidades de su implementación, la institucionalidad en donde las posibilidades de continuación de la Mesa es uno de los elementos, el ordenamiento territorial y los estándares de sostenibilidad´”, remarcó Peirano.

Los objetivos que se persiguen

Incrementar la superficie forestal en 2 millones de hectáreas; atraer US$7.000 millones en inversiones; sostener y aumentar las inversiones en infraestructura (trenes, puertos, energía, comunicaciones, entre otros). “O sea, aumentar el volumen de tráfico de mercaderías, por ejemplo en Corrientes, donde una planta de celulosa de 2 millones de toneladas ya permitiría pensar en el tren. Hoy con el tráfico que tiene la provincia es muy difícil. Entonces, esto sería una forma de potenciar todas las economías regionales. Una sola fábrica potenciaría el arroz, la yerba, el té, una gran cantidad de otras actividades”, afirmó Peirano.

Crear 187.000 empleos de calidad; revertir el déficit histórico en la balanza comercial exportando US$2.500 millones; poner en valor a los bosques nativos ampliando la gestión sostenible y el robustecimiento de los servicios ecosistémicos que proveen a las comunidades y a toda la sociedad; incrementar el valor agregado de la cadena forestoindustrial apoyándose en políticas de investigación, desarrollo e innovación; aportar a la adaptación y mitigación del cambio climático; y asegurar la sostenibilidad de los proyectos y prácticas asociados al presente Plan, ya que están considerados los elementos de sostenibilidad en él.

Según Peirano, a nivel macro, este impacto implica que el valor agregado bruto pasa del 1,2% actual al 3%, se duplica el empleo registrado y se triplican las exportaciones.

Los ejes temáticos

La Coordinadora hizo una síntesis de los siete ejes temáticos en los que se divide el Plan Estratégico.

1. Bosques Nativos

Objetivo: Gestionar de manera sostenible los bosques nativos de Argentina para que se transformen en una fuente de desarrollo para las comunidades asociadas a ella, insertándose en las cadenas de valor productivo de manera competitiva.

 “Este objetivo dispara toda una serie de acciones vinculadas a lo que es legalidad, Ley 26.331, Plan de acción Nacional de Bosques, etcétera”.

2. Celulosa y papel

Objetivo: aumentar la producción de la industria de celulosa y papel, revirtiendo el déficit comercial, asegurando el abastecimiento de papeles requeridos por sectores en crecimiento, pasando a ser un importante exportador en papel Kraft en la región, así como un neto exportador de pasta de mercado al mundo.

En este caso las metas son muy concretas. Una planta de celulosa de mercado de fibra larga sin blanquear de 2 millones de toneladas para el año 2024, con una planta de papel integrada Kraft. Para el año 2026 una fábrica de celulosa de mercado de fibra corta blanqueada de 1,5 millones de toneladas. Producción de más de 100 MW de energía renovable instalada. El imapacto de estas inversiones implicaría US$5.000, la exportación de 1,85 mil millones al año, empleo directos estimados para 1.000 y empleos externos para 5.000, una demanda de madera de 12,7 millones de toneladas al año”.

3. Madera y muebles

Objetivo: Transformar la industria de la madera y muebles en un proveedor confiable de bienes competitivos, sostenibles ambientalmente y responsables socialmente para una industria de alto valor agregado, generadora de empleo de calidad, enfocada tanto al mercado interno como al internacional.

Lo que se propone es exportar unos US$400 millones y pasar de ser el exportador N° 74 a ser el N° 30. Mejorar la productividad sectorial por encima del 60%; crear hasta 100.000 puestos de trabajo directos e indirectos; bajar el nivel de informalidad; incrementar hasta en un 30% la cantidad de empresas pymes formales registradas. Y en innovación, posicionar el diseño y la facilitación de soluciones para el consumidor como eje de desarrollo de nuevos productos madereros, muebleros y de construcción“.

4. Construcción con madera

Objetivo: Expandir la industria en construcción con madera para brindar soluciones habitacionales, comerciales institucionales de calidad, confiables, seguras y sustentables, en línea con el concepto de construcción inteligente y estándares internacionales.

“Las metas son una capacidad instalada para construir al menos 30.000 viviendas por año. Estamos hablando que en Argentina se estima un déficit de 3 millones de viviendas, o sea que, nuevamente, el mercado permitiría esto. Capacidad tecnológica que permita construir entre cinco y diez edificios de altura. Esto generaría un impacto de creación de al menos 12.000 empleos directos; mejoramiento y creación de decenas de pymes madereras; exportación y mitigación del cambio climático y sustentabilidad. La construcción con madera realmente se está promoviendo justamente por su efecto favorable en cuanto a lo que es emisión, o menos emisión de CO2.


5. Energía térmica

Objetivo: Transformar el uso de la biomasa forestal en una opción de energía térmica segura, eficiente y de carbono neutro para los sectores residencial, comercial y público, agrícola e industrial, sustituyendo los consumos de combustibles fósiles con una calidad y competitividad que permita a Argentina ser un proveedor global.

Las metas son la producción de 2,6 millones de toneladas de pellets, estos son alrededor de 80 fábricas de pellets y nos pondría en una situación similar a la de España hoy. Con 2,1 millones de chips. El impacto de competitividad sería, reducción del costo energético en al menos un 30%; alrededor de 5.000 puestos de trabajo directos y 5.000 indirectos; y un fuerte aporte en mitigación de gases de efecto invernadero“.

6. Innovación

Objetivo: Elaborar el plan de Innovación Forestal (PIF2030), con el propósito de fortalecer las capacidades científico-tecnológicas del país y garantizar la correcta transferencia de tecnología para el agregado de valor en la cadena foresto industrial bajo un paradigma bioeconómico.

7. Plantaciones forestales

 Objetivo: Incrementar la superficie de las plantaciones forestales proveyendo a las cadenas de valor de la economía forestal bienes competitivos, ambientalmente sostenibles y socialmente responsables, brindando a su vez servicios ambientales, en particular a la mitigación y adaptación al cambio climático.

La meta en este caso no lo pusimos nosotros, lo puso el país, es de llegar a 2 millones de hectáreas en el 2030. Esto implica aumentar la producción o la disponibilidad actual de 25 millones a más de 40 millones de toneladas. Esto genera un empleo de 64.000 personas, requiere 150 millones de dólares anuales en plantación, manejo y protección, eso implica 1.500 millones de dólares de inversiónes durante los 10 años  del Plan, con el objetivo de lograr al menos el 75% de la superficie forestada con sello de gestión sostenible y 15,6 millones de toneladas de captación de CO2. Esta cantidad de hectáreas podrán soportar las 2 plantas de celulosa, las 80 plantas pellets, la producción de 30.000 casas por año en madera y la expansión de la producción de muebles y madera que se propone. O sea, que el Plan es consistente internamente, pero, a su vez, implica que tiene una alta correlación, porque plantar sin industria no tiene sentido, y cualquiera que quiera invertir en industria va a tener que plantar. Esto implica políticas públicas y un programa de mediano y largo plazo. Es imposible pensar en esto con temas exclusivamente de coyuntura. Y muy importante es el tema por cuenca. Este trabajo que se hizo es un panorama global a nivel nacional. Todos estos números y estos objetivos se tienen que pasar a las provincias y se tienen que pasar a las cuencas, que es donde realmente vamos a tener y va a tomar sentido. Por eso, la intención es el año próximo continuar con este Plan, invitar a las provincias que les interese tener un plan que siga el lineamiento con este a trabajar en ese sentido y de ahí ampliar también muchísimos más participantes. Esto fue con mucha gente, pero cuando vayamos a nivel local, creo que ahí va a estar realmente la riqueza“, concluyó Claudia Peirano.

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